Read with BonusRead with Bonus

Capítulo 48 Se acerca a pedir una regañina

Aria me miró de arriba abajo con una voz coqueta, sus ojos bien abiertos.

—Amelia, ¿no dijiste que estabas herida? No veo ninguna herida en ti.

Le lancé una mirada fría y dije irritada,

—¿Esperas que pierda un brazo o una pierna?

El rostro de Aria se volvió un poco agrio ante mi réplica, pero aú...