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Capítulo 345 La codicia no tiene límites

Delilah intervino —Amelia, tú y Henry han estado casados por unos años, ¿verdad? ¿Por qué no han tenido hijos aún? Apúrense; tu abuela está esperando para cargar a su bisnieto.

Forcé una sonrisa —Tía Delilah, todavía estamos planeando.

Renee se unió a la conversación —Sí, Amelia, tú y Henry son jó...