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Capítulo 130 No apreciar la amabilidad

—Conmigo aquí, ¿cómo podría nuestro hijo no ser feliz? —Henry se levantó y se acercó a mí paso a paso—. Le daré lo mejor de todo.

Seguí retrocediendo hasta que me acorraló contra la pared, sin posibilidad de escapar—. Henry, sé razonable, ¿de acuerdo? Ya no hay amor entre nosotros. Forzarnos a esta...