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Capítulo 75: El peso que llevo

Haden

El dolor no siempre llega como una tormenta.

A veces, es solo silencio, tan fuerte, tan consumido, que ahoga todo lo demás.

Han pasado tres semanas desde que el abuelo murió en mis brazos.

Tres semanas desde que dijo mi nombre, su voz débil, pero firme, y me dijo que cuidara de la fa...