Read with BonusRead with Bonus

Capítulo noventa y ocho.

—Um... ¿cómo estuvo tu día?— preguntó, su voz suave pero intensamente inquietante. La dulzura en su tono hace que Meera se sienta incómoda.

—Bien— susurró, su voz apenas audible. Solo quería terminar la llamada.

—Háblame, Meera— exigió, su tono agudizándose ligeramente.

—Quiero escuchar más. Neces...