Read with BonusRead with Bonus

Capítulo cincuenta y nueve.

Los ojos de Meera vagaban por el espacio tenuemente iluminado. Era impresionante, sin duda alguna, pero se sentía demasiado íntimo para lo que debería haber sido una simple cena.

Las velas, el piso superior apartado, la manera en que la luz danzaba en las paredes—era romántico de una manera que le ...