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Capítulo doscientos cuarenta y dos.

Mientras tanto...

Arjun ya estaba de vuelta en la joyería, pero no en el piso brillante.

Se encontraba en una sala de control tenuemente iluminada, brazos cruzados, su presencia imponente sofocante. El hombre que lo había atendido antes estaba cerca, temblando bajo la fría y pesada mirada de A...