Read with BonusRead with Bonus

Capítulo ciento ochenta.

—Saludos, tía —dijo Meera suavemente, su voz educada pero cautelosa.

La madre de Veer exhaló, sus hombros se hundieron bajo el peso de algo más pesado que el orgullo—Por favor, Meera... Necesito hablar contigo —dijo, su voz apenas por encima de un susurro, temblando de desesperación.

Los ojos de M...