Read with BonusRead with Bonus

Capítulo ciento sesenta y nueve.

El calor de su cuerpo se apretaba contra el de ella, su aroma—ahumado y cálido—envolviéndola.

—¡Arjun!— siseó ella, su voz baja y llena de ira.

Pero sus labios se acercaron a su oído, y su voz, profunda y rica, le provocó un escalofrío involuntario por la espalda.

—Si hacerte enojar me permite ve...