Read with BonusRead with Bonus

Capítulo ciento quince.

Sus palabras eran dagas, cada una cortando su ira, alimentando su tormenta creciente.

—¡Veer no es cruel! ¡No es manipulador, ni controlador, ni está loco como tú! —continuó ella, su voz elevándose mientras las lágrimas caían libremente por su rostro—. Eres despiadado, aterrador y peligroso, y toda...