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El rostro de un monstruo

Estoy en la playa otra vez. El aire salado azota mi cabello, enviándolo como una sábana sobre mis hombros. Gaviotas circulan sobre mi cabeza, llamándose unas a otras. El agua acaricia mis tobillos, mis dedos hundiéndose en la arena húmeda. Risitas resuenan a lo largo de la orilla, el sonido de pura ...