Read with BonusRead with Bonus

17

EMERIEL

—Al menos intenta sentarte, Emeriel— dijo la señora Livia, como lo había hecho incontables veces antes.

Emeriel la ignoró. Sentía como si se estuviera desgarrando por dentro.

Resistiendo la abrumadora necesidad de arrancarse las ropas, manteniendo su cuerpo completamente vestido a pesar d...