Read with BonusRead with Bonus

CAPÍTULO 39

Miro la cama.

La única cama.

La indudablemente suave, lujosa, demasiado pequeña para esta situación cama.

Pero sigue siendo solo una cama.

No sé si reír o llorar.

Lógicamente, debería haber esperado esto. No tiene sentido que nos den camas separadas, pero mis mejillas aún se calientan al p...