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CAPÍTULO 114

La puerta se abrió de golpe con un estruendo agudo, el sonido rebotando en las paredes rotas. Saphira se estremeció, su cuerpo aún vibrando con la adrenalina residual. Jed, Zafira y Anastasia entraron apresuradamente, sus ojos recorriendo los escombros antes de fijarse en ella.

—¿Qué demonios pas—?...