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Seguir como CEO

A pesar de lo que intentaba decirme a mí mismo, pasé la mayor parte del viaje a la oficina recordando la noche anterior. No podía escapar del recuerdo de Amaya ni de su aroma—me seguía a todas partes.

Cada pizca de buen humor desapareció cuando bajé del ascensor y vi a Eduard.

—Darío—, llamó. Con un...