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Una vida que no parece la mía

—La dejaré unos minutos a solas, antes de que deje entrar a sus amigos. —George me tendió la mano para estrechármela. —Cualquier cosa que requiera estaré a su servicio. Deberá estar bajo observación porque su situación es muy delicada.

Asentí, el tiempo se había detenido para mí. El aire, tan denso...