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Heridas

Abiertamente mi culo. Si fuera tan abierto en sus asuntos conmigo, no me habría prohibido llevar a su hija a tomar un café.

No es que fuera lo que quería.

O tuvo algo que ver con esta mierda.

—Encontré las cartas —dije, echando ceniza en un cenicero de la mesa—. Las cartas de Erika Bauer....