Read with BonusRead with Bonus

19: En el nido de las víboras

Luziano lo abrió de inmediato y apenas leyó unas líneas, se le encendieron los ojos.

—Iré —dijo, como si fuera lo más obvio del mundo.

Yo lo miré como si estuviera loco.

—¿Cómo qué irás? ¡No puedes ni mantenerte de pie sin que te duela!

—Si no aparezco, van a pensar que estoy acabado —contestó é...