Read with BonusRead with Bonus

Tranquilizando a su conejito

Después de una noche difícil en la que apenas dormimos, yacía temblando en los brazos de Mason, aterrada por lo que iba a suceder. Él me sostenía con fuerza, como si tuviera miedo de soltarme. Sabía que yo estaba demasiado asustada para dejarlo ir. Durante toda la noche fui asaltada por recuerdos de...