Read with BonusRead with Bonus

Capítulo 24

Nos apresuramos de regreso al coche de Emma, sin hablar hasta que estuvimos a salvo dentro con las puertas cerradas.

—Qué asco de tipo —dijo Emma, arrancando el motor—. Te juro que si miraba tus pechos una vez más, le iba a dar una patada en las bolas.

Solté una risa nerviosa.

—Aprecio tu contenc...