Read with BonusRead with Bonus

6: No eres virgen

Athena jadea suavemente, con su mano izquierda sosteniendo su pecho. Era embarazoso excitarse al ver a un dragón follando a una mujer, pero no podía evitarlo. El dragón gruñó insatisfecho y se retiró de Ladya.

—No terminaste, Maestro —dijo Ladya, temiendo haber provocado al dragón por no servirle b...