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55: Te mataré

La respiración de Ladya se cortó en su garganta. Tragó con fuerza y levantó la cabeza para encontrarse con sus fríos y mortales ojos. Sus ojos plateados estaban congelados como el hielo. No había calidez en ellos; solo disgusto. Su corazón se apretó, enviando dolor a través de su pecho.

Sus labios ...