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48: El bebé

Athena se sentó en el único sofá del dormitorio. Sus ojos estaban pesados, rogando por cerrarse, pero no se lo permitió. ¿Qué tal si él entraba y le hacía algo mientras dormía?

Se recostó en el sofá y miró las cortinas, que bailaban violentamente al ritmo del viento. El cielo retumbaba, y como si l...