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30: Sabía que se estaban follando.

Los labios de Athena se abrieron, pero no salieron palabras. Si le decía que era su concubina favorita, ¿castigaría a Ladya?

—Yo... me caí... —mintió. Su garganta se tensó y un dolor sordo se extendió por su pecho por mentir. ¿Por qué mentía?

Alaris sabía que mentía. Podía escuchar su latido inest...