Read with BonusRead with Bonus

Capítulo cincuenta y dos

Rose

Miro por encima del hombro a Jayce y pronto me arrepiento. Me da una fuerte palmada en el trasero.

—Nunca te permití mirarme. Ojos al frente— sisea.

Gimo suavemente y respondo obedientemente:

—Sí, señor.

Rápidamente desvío mi atención de él. Desliza el cuero de la fusta a lo largo de mi es...