Read with BonusRead with Bonus

Capítulo treinta y cinco

Rose

Un pequeño gemido sale de mis labios, y trago saliva con fuerza. ¡La mirada en sus ojos me está poniendo nerviosa! Es casi como si estuviera ideando un plan para hacerme retractar de mis palabras.

—I-I-I lo siento—gimoteo patéticamente.

—Oh, lo estarás cuando menos lo esperes.

Vuelve ...