Read with BonusRead with Bonus

Capítulo ciento diecinueve

Jayce

Rose y yo estábamos sentados junto al pequeño lago que rodea el hotel. Finalmente le había contado todo lo que pasó con mi madre. Se sentía mejor sacarlo de mi pecho. Rose apoya su cabeza en mi hombro.

—Lo siento, Jayce, que hayamos llegado a esto. Estaba dispuesta a intentar arreglar ...