Read with BonusRead with Bonus

Capítulo ciento tres

Rose

Estoy de pie, respirando con dificultad y siento una pulsación entre mis muslos. ¡No puedo creer que se haya alejado de mí! ¡Imbécil! Aún pienso que exageró, pero su posesividad me excitó. Es bueno saber que no soy la única que se pone celosa. Ahora, sin embargo, voy a estar frustrada se...