Read with BonusRead with Bonus

Capítulo 119

Miré mi reloj, todavía tenía treinta minutos antes de mi primera reunión del día fuera de la oficina. No era suficiente tiempo para relajarme, pero sí para notar el dolor de cabeza que empezaba a florecer detrás de mis ojos. Persistente. Bajo y sordo, pero extendiéndose como tinta derramada.

Me fro...