Read with BonusRead with Bonus

Capítulo 104

Las fechas límite eran una broma. Bastardos interminables y multiplicadores que respiraban en tu cuello en cuanto parpadeabas. Llevaba treinta minutos mirando la misma maldita hoja de cálculo, apenas haciendo un avance, cuando la puerta de mi oficina se abrió de golpe, sin llamar, sin aviso, solo un...