Read with BonusRead with Bonus

¡Maldito demonio!

LINCOLN

Fuego líquido. Eso es lo que ella es. Como la adrenalina que corre por la sangre, ella incitaba la locura en mí. Mi verga latía en mi mano, la vista de sus perfectas curvas y sus pezones de caramelo mocha enviando mi mente a un frenesí de lujuria. No podía esperar para tener mi boca en ...