Read with BonusRead with Bonus

Nadie toca lo que es mío

—Esta vez, tendré que entrenarte adecuadamente. Desde que me casé he sido indulgente contigo, pero esta vez, planeo hacer que te sometas completamente a mí —respondió, evitando mi pregunta.

Me estremecí de inmediato, pero no sabía si era por miedo o por emoción. Realmente no lo sabía. Mi cuerpo y m...