Read with BonusRead with Bonus

Áspero

El segundo en que la palabra sí sale de mi boca, todo cambia.

El aire se vuelve pesado. Caliente.

Presiona contra mi piel como un segundo cuerpo, pegajoso y vivo.

Enzo agarra la parte trasera de mi cuello — áspero, firme — y me inclina la cabeza hacia arriba. Sus dedos se clavan en los lados de mi...