Read with BonusRead with Bonus

56

Volví a verter aceite entre sus glúteos y mi ingle pareció arder al rozar su cuerpo. Vacilé, incapaz de sacudirme del todo mi miedo a causarle el menor dolor. Como si lo hubiera percibido, se las compuso para alzar más los glúteos y volvió a suspirar. Su cuerpo pareció atrapar mi ingle, y logré dete...