Read with BonusRead with Bonus

49

No pude contener mi impulso de besarla al escuchar sus palabras, pero me obligué a controlarme y permitirle seguir comiendo. Daba gusto verla comer con tanto apetito, y comprobar que se veía tanto más fuerte y saludable que cuando la encontráramos en el bosque.

—Lo que dijiste al despertar —tercié—...