Capítulo 4:
El 18º cumpleaños de Keith
Punto de vista de Keith
Es viernes y mi decimoctavo cumpleaños. Estoy sentado en la cocina con mi mamá y mi papá, desayunando.
—¿Qué planes tienes para tu cumpleaños, hijo? —preguntó mi papá después de darle un sorbo a su café.
—Mark me está organizando una fiesta en la casa de su primo —le dije.
—Trata de no descontrolarte hoy, hijo. Sabes que puedes encontrar a tu Compañera en cualquier momento. No querrás empezar con mal pie —dijo.
—Sí, como andar con esa chica Sandy. No será bueno si tu Compañera los ve juntos. Por eso siempre te digo que termines con esa chica —dijo mi mamá.
—¡Cariño! Dale un respiro al chico; es joven. Además, tienes que dejar que aprenda por sí mismo. Y, ¿qué tal si ella es su Compañera? —dijo mi papá.
—Lo dudo, definitivamente ella no es su Compañera. Te garantizo que no hay forma de que mi hijo esté destinado a esa... ¿cómo lo dicen ustedes ahora? ¡Zorra! —dijo.
Miro a mi mamá sorprendido porque no suele llamar a las chicas con esos nombres, pero tiene razón. Sandy ha estado con múltiples hombres y mujeres mientras hemos estado juntos. Aunque no me importa. A veces compartimos una mujer o dos.
Una vez que terminé el desayuno, me despedí de mi mamá y mi papá y me dirigí a la escuela. Cuando llegué, Sandy me estaba esperando en la entrada principal. Nos miramos y no sentí nada diferente a antes. Así que mi mamá tenía razón. No éramos Compañeros.
—Hola, cariño, ¿listo para tu fiesta esta noche? —dijo y me besó. Aún no sentía nada diferente. Definitivamente no era mi Compañera. Sentía que estaba haciendo algo mal estando con ella ahora, pero dejé de lado ese sentimiento.
—¡Sí! No puedo esperar.
—Hola, amigo, feliz cumpleaños —dijo Mark cuando subía las escaleras hacia la entrada.
—Gracias, amigo —respondí. Miró entre Sandy y yo.
—¿Sientes algo diferente con ella, amigo? —me preguntó a través del enlace mental.
—No, amigo, ella no es la indicada —respondí. Mark se encogió de hombros y caminamos hacia mi casillero mientras Sandy se iba con Cindy.
La primera mitad del día escolar pasó rápidamente. Primero, todos me desearon un feliz cumpleaños.
—Oye, amigo, ¿escuchaste sobre ese pobre chico del Pack Bloodmoon? ¿Cómo se llama, Elaine? La chica a la que siempre molestas —preguntó Samual, uno de nuestros mejores rastreadores.
—¿Te refieres a Ebony? —pregunté.
—Sí, ese es su nombre. Está cambiando para ir a la escuela secundaria de los humanos —dijo.
—Bueno, supongo que finalmente la sacaste de aquí —dijo Mark.
—Sabía que lo haría —respondí.
—Ya era hora de que finalmente nos deshiciéramos de esa perra. Ella no pertenecía aquí con nosotros —dijo Sandy.
Después del almuerzo, Sandy me llevó afuera y detrás de las gradas.
—Sé que no somos Compañeros, pero eso no significa que no podamos divertirnos. Feliz cumpleaños —dijo.
Cindy y su amiga Ashley salieron de donde se escondían sin camisa ni sostén. Se acercaron a mí, y Ashley comenzó a quitarme la camisa mientras Cindy empezaba a bajarme los pantalones. Sandy me estaba besando, y sentí la boca cálida de Ashley alrededor de mi pene, y comenzó a chupar. Mientras ella hacía eso, Cindy empezó a comerle el coño a Sandy mientras Sandy me besaba.
Puse mis manos en el cabello de Ashley y la saqué de mi boca.
—Ponte en cuatro —dije, y ella lo hizo sin dudar. Me puse detrás de ella y la penetré de inmediato mientras Cindy seguía comiéndole el coño a Sandy. Empecé a moverme dentro y fuera de ella rápidamente mientras ella gemía. Comencé a jugar con los pechos de Sandy mientras Cindy seguía lamiéndole la vagina. Pronto, Ashley estaba teniendo un orgasmo intenso en mi pene, y la aparté.
—Ven aquí, perra —le dije a Cindy, y ella no dudó en ponerse en cuatro, y la penetré fuerte en su vagina. La follé rápido y duro.
Vi a Ashley comiéndole el coño a Sandy, y la escuché gemir. Empecé a follar a Cindy más rápido, entrando y saliendo. Mi pene estaba hasta el fondo mientras la agarraba del cuello con una mano y del hombro con la otra. Pronto, ella también estaba teniendo un orgasmo intenso.
La saqué de ella y agarré a Sandy por el cuello, empujándome dentro de ella, profundo y fuerte. Empujando rápido en su coño. Pronto empezó a gemir fuerte. Cindy estaba lamiendo uno de los pezones de Sandy mientras Ashley lamía el otro. Estoy hasta el fondo dentro de ella, sujetando su cuello mientras la follo. Ella comenzó a correrse, y me apresuré a sacarla.
—De rodillas y chúpame —les dije. Se pusieron de rodillas y chuparon y lamieron mi polla hasta que me corrí. Las tres lamieron toda mi corrida y se la tragaron.
—Feliz cumpleaños, cariño —dijo Sandy entre respiraciones.
—¿Crees que encontrarás a tu Compañera esta noche? —preguntó Mark mientras estaba en el asiento del pasajero. Nos dirigíamos a mi fiesta.
—¡No lo sé! Ella no era ninguna de las chicas de la escuela, así que tal vez sea de otra manada —dije.
Aparqué el coche y entramos en la casa. La fiesta ya estaba llena de gente bebiendo, fumando y algunas parejas follando frente a todos.
Fui a la cocina y vi a Sandy hablando con unas chicas. Me vio y sonrió.
—Hola, cariño —dijo y vino a besarme.
—Hola —respondí.
Nos quedamos un rato, y Sandy y yo decidimos salir afuera.
—¿Te estás divirtiendo? —preguntó.
—Está bien —respondí.
—¿Te divertiste hoy debajo de las gradas? —preguntó.
—Por supuesto —le dije, y empezó a besarme. El beso pronto se volvió apasionado, y empezó a desabrocharme los pantalones.
—Sabes, Keith, estaba molesta cuando te vi esta mañana y nos dimos cuenta de que no éramos compañeros —dijo mientras sacaba mi polla de mis pantalones y empezaba a chupar, sin importarle quién pasara y la viera.
—Yo también, nena —dije, sin importarme. Puse mi mano en su cabello, obligándola a tomar más de mi polla en su boca.
—Deberíamos convertirnos en compañeros elegidos y rechazar a nuestros verdaderos compañeros cuando los conozcamos —dijo Sandy antes de volver a chupar mi polla.
La aparté de mí. No podía creer lo que acababa de decir. No estaba necesariamente buscando a mi Compañera en este momento, pero sabía que quería a mi verdadera Compañera.
—Sandy, no voy a rechazar a mi compañera cuando la conozca —le dije sinceramente.
—Pero estás conmigo ahora. Sabes que puedes encontrar a tu Compañera en cualquier momento, pero aún así me estás follando. Me estás usando —dijo, tratando de hacerse la víctima.
—No intentes esa mierda conmigo. Tú me usas tanto como yo te uso a ti. No creas que no sé que después de que follamos, detrás de las gradas, tuviste un trío con Derek y Vivian —le dije.
No dijo nada por un momento, y decidí que era hora de irme.
—¡Te amo, Keith! —dijo, y me quedé helado. No podía creer lo que estaba escuchando. No había manera de que ella realmente me amara.
—No, no lo haces, no realmente. Y yo tampoco te amo. Nunca te dije que lo hacía, Sandy —dije y me alejé.
Fui al bosque y me transformé en mi lobo negro. Necesitaba correr. Corrí por el bosque durante aproximadamente una hora y luego volví a cambiar. Tenía hambre, así que decidí ir al café al que suelo ir, que se llama Joe's Diner. La mayoría de la escuela suele reunirse allí los viernes, pero la mayoría estaba en mi fiesta.
Una vez que llegué, elegí una cabina para sentarme. Miré el menú aunque ya sabía lo que iba a pedir.
La puerta del diner se abrió, y olí el aroma más embriagador. Era una mezcla de naranjas y fresas. Es tan difícil de explicar, pero olía maravilloso.
—Lo siento, llego tarde. Me perdí el... —escuché la voz más angelical decir. Sonaba tan familiar, pero no podía ubicar de dónde la había escuchado antes.
Miré hacia arriba, sorprendido, cuando vi quién era. Ebony era mi Compañera.
Ella también me miraba sorprendida. Debe sentirlo también.
—¡Compañera! —dije en voz alta, mirándola directamente a los ojos. Luego, me levanté para ir hacia ella.