Read with BonusRead with Bonus

Capítulo 52: BLANCO Y NEGRO.

ROWAN

—¿Por qué sigues llorando? —pregunto con exasperación mientras limpio la cara de mi hija—. Ni siquiera te he regañado aún.

Su cara está roja y manchada, sus ojos más vibrantes por las lágrimas acumuladas y su nariz no ha dejado de moquear.

Sí, mi hija es una llorona desordenada.

—¡Le dijiste...