Read with BonusRead with Bonus

Capítulo noventa y ocho

Pareció una eternidad antes de que sus sollozos finalmente se apagaran. No podía decir si habían pasado unos minutos u horas sentados en esa posición en el sofá. Había visto el teléfono parpadear cinco veces diferentes, pero lo ignoró. Sintió a numerosas personas intentando contactarlo por el enlace...