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Capítulo ochenta y cinco

El sentimiento de temor de Graham se intensificó a medida que se acercaba a la casa de la manada. Aparcó su moto y se quitó el casco. Su mirada se centró en las cinco camionetas estacionadas en el camino circular. Un silbido lo hizo volverse hacia la puerta principal, donde Lucas y Theo lo esperaban...