Read with BonusRead with Bonus

Capítulo veintiuno

—Catherine, vuelve a mí—, suplicó la voz angustiada en su cabeza. Catherine estaba en un sueño profundo. Su mente estaba activa mientras su cuerpo se sentía como plomo. Intentó moverse, pero sus extremidades no respondían. —Lo siento mucho—. La voz resonaba en su cabeza. —Nunca más te haré daño, sol...