Read with BonusRead with Bonus

Capítulo 80

Cuando no me moví, él cerró la distancia entre nosotros en dos pasos predatorios, su imponente figura irradiando amenaza. Sus manos, callosas e implacables, agarraron la parte delantera de mi blusa y la rasgaron con un tirón salvaje. Los botones saltaron sobre el suelo de madera como pequeños gritos...