Read with BonusRead with Bonus

49

¡Que se jodan todos!

La lluvia caía en cortinas implacables, un torrente frío e implacable que me empapaba hasta los huesos. Mi cabello se pegaba a mi rostro, goteando agua en mis ojos, y cada paso que daba por el camino desierto se sentía más pesado que el anterior. Mi hermoso vestido estaba pegad...