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Todos los matices de sentimientos

Alecia no había visto la luz del sol en tres días.

Las cortinas estaban cerradas, proyectando un gris opaco y apagado sobre el apartamento. Los platos apilados cerca del fregadero empezaban a oler ligeramente agrio. Su habitación era un desorden de cuadernos abiertos, recibos sueltos y tazas de caf...