Read with BonusRead with Bonus

La ley

La mañana no trajo claridad.

Alecia se movía inquieta bajo el peso de pensamientos sin respuesta, su teléfono yacía a su lado como la noche anterior, con la pantalla apagada e intacta. Lo tomó de nuevo, revisando si había llamadas o mensajes perdidos—nada. Había llamado a Matteo tres veces el día a...