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¡Ey! Snugglebug

Ethan no esperó a que la música en el salón de baile se desvaneciera detrás de él. En cuanto Valentina le dio la dirección, ya se dirigía hacia la salida, sujetándola por la muñeca el tiempo suficiente para que ella repitiera su advertencia una última vez.

—Si ella dice que no—si no te quiere—, te ...