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Mujer astuta

Valentina estaba a mitad de camino bajando las escaleras cuando el timbre sonó, y el sonido resonó demasiado fuerte en la casa silenciosa, sacándola de sus pensamientos. Por un segundo, se detuvo, dudando si debía ignorarlo. Pero el timbre sonó de nuevo, impaciente esta vez.

Abrió la puerta — y cas...