Read with BonusRead with Bonus

Extraño

Valentina no había terminado su sorbo de champán cuando Camila se recostó en la tumbona, estiró las piernas y dijo casualmente:

—Bueno, como no trajiste un regalo, me debes una.

Valentina arqueó una ceja.

—Pensé que ya habíamos resuelto esto.

—Oh, no —Camila sonrió, girándose de lado para mirarl...