Capitulo 2
—¿No puedo creerlo?
Quedo estupefacto al ver que Evangelina estaba de regreso, pasaron diez largos años para que pudiera volver a verla, todo gracias a esa maldita mujer llamada Dulce D`Maria, ella fue la causante de todo este lio, por su ambición de casarse con él a cualquier costó
—Tampoco puedo creerlo, han pasado tantos años desde que te vi por última vez, Leandro no sabes cuánto te extrañé
Abrazo muy fuerte a Evangelina, le hizo tanta falta a lo largo de estos años, ella era la única luz en su oscura vida
— ¿Qué paso? ¿Por qué estas asi? ¿Dónde estuviste todos estos años?
—El día que íbamos a encontrarnos, mi padre envio a sus enemigos hacia mí, para que yo sea su pago, mi padre debía mucho dinero, ellos me tenían cautiva todos estos años, una mujer quiso ayudarme, pero solo salio lastimada, nunca pude agradecerle por querer ayudarme, solo quiero encontrarla y asi poder hacerlo
—¿Qué? ¿Eso no puede ser verdad? Tu padre vino a mí y me dijo que habías muerto, que la hija menor de la familia D`Maria te envio a unos secuestradores y perdiste la vida en sus manos
—El solo queria la fortuna de los D`Maria y de seguro lo consiguió, mi padre no se detiene ante nada, ni ante nadie, esas personas eran inocentes y los arrastro al fango para su beneficio ¿Cierto? No sé hasta dónde va a llegar mi padre solo por su ambición
—¿No puede ser? ¿Dime que lo que dices es mentira? Dime que solo es un resentimiento absurdo que tienes por tu padre “¡Dime que lo que dices no es verdad!”
—“¡Me estas lastimando Leandro, suéltame por favor!”
Solto a Evangelina y trató de controlarse, esto debe ser un error, ayudo al padre de Evangelina todos estos años al pensar que Dulce fue quien envio a matar a su novia, debe ser una pesadilla “una puta pesadilla”
—Debes estar cansada, es mejor que te vayas a la habitación que la empleada te asignara
—¿Estás bien Leandro?
Miro la cara de preocupación en Evangelina, en ese momento se fijó que se habia bañado, aún tenía el cabello mojado y llevaba ropa y zapatos de Dulce, habían preparado la mesa cuidadosamente con comida blanda para ella, no supo cómo interpretarlo
— Debes estar hambrienta y cansada ven a comer algo, Belén, llame a la señora para cenar
—La señora se fue antes que usted llegara, el camion de la mudanza partió junto con ella
—¿Qué?
—Lo siento señor, cuando usted llamo la señora estaba por irse, si no desea nada más, voy a terminar con las tareas que la señora encomendó antes de irse
Miro a Evangelina comiendo tranquila en el comedor y solo puede imaginar a Dulce sentada a su lado mirándolo fijamente
—¿Qué tareas?
—Que ayudemos a su futura esposa, que la alimentemos y ayudemos a asearse y descansar, que tengamos sumo cuidado ya que al parecer está un poco delicada, incluso le dejo algo de ropa para que pueda usar esta noche, consoló un poco a la señorita Evangelina y se fue
¡Dios! ¿Qué mierda hizo todos estos años?
—Desea algo más señor
Tuvo que sostenerse de una pared y tratar de componerse para no caer
— No te preocupes sigue con lo que estabas
Se sentó al lado de Evangelina, mientras ella comía sin ninguna delicadeza
— Despacio podrías atorarte
—Me disculpo por mis modales, no habia comido en dias, desde que pude escapar solo deambulé por la calle hasta que vi una foto tuya en el periódico y reconocí la casa, como pude llegue a ti
—Eres muy inteligente Evangelina, termina de comer y descansa aún tengo asuntos que arreglar en la empresa
—Por favor, solo por hoy no me dejes sola tengo mucho miedo
Tomó su mano y la guió al dormitorio de invitados, no fue capaz de llevarla a la habitación que ocupaba Dulce, el remordimiento se apoderó de él, sin poder evitarlo
—“¡Estoy tan emocionada que quiero ponerme a gritar!” No pense volver a verte en mi vida, esto es un sueño hecho realidad, no sabes cuánto te extrañe bruja
—La que más te extraño fui yo bruja, pase dias y noches enteras esperando volver a verte, poder ser como antes, pero ya sabes, el amor ciega y hace estúpida a la gente, lo peor ya paso ahora a seguir adelante ¿Dónde estan las bellezas que nos acompañaran esta noche?
—¿Que esperan? la señorita Dulce quiere mucha compañía, donde está el colágeno
—¡Que colágeno, ni que colágeno! Aún estamos jóvenes, recien estamos por llegar a la tercera vuelta, Marcela que la habitación se llene de bellezas masculinas
—¿Qué día es hoy Dulce?
—lunes ¿Por qué preguntas? ¿Ya estas borracha Marcela?
—No, quiero saber la fecha
—Estamos 4 de enero ¿Algo más?
—¿En serio no recuerdas que día es hoy?
—Un día como cualquier otro Marcela, miento, es el primer día de mi nueva vida, es el primer día de mi libertad, asi que disfrutémoslo al máximo
—No digas tonterías, es tu cumpleaños festejémoslo a lo grande te lo mereces y despues de esto diremos ¿Qué paso ayer? Como la película y nos reiremos de este día
Como termino la noche, es una pregunta que no sabra nunca, lo último que recuerda es la botella de tequila que me tomó como agua, creo que a las dos de la mañana y el baile en la mesa que hizo Marcela (muy gracioso, por cierto)
—¿Dónde estamos cariño?
—Lo mismo iba a preguntarte tesoro mío, no recuerdo nada de ayer
Miró a todos lados tratando de reconocer el lugar al que las habían traído (si, traído, porque solas era imposible que llegáran) No reconocia nada, levantó a Marcela del suelo y la llevo al baño, parecía una habitación de hotel, al parecer de “amores” no hubo nada, porque estában solas y bien vestidas
—¿Quién nos trajo aquí Dulce?
—Si tu no lo sabes peor yo, recuerda que me bebí hasta el agua de los floreros y esos eran alcohol puro
—Recuerdo hasta la botella de tequila, luego mi mente se queda en blanco
—Estamos en el mismo recuerdo Marcela, mejor vamos rapido a mi departamento, terminemos nuestra resaca en la piscina o todo el día en la cama
—Me encanta esa propuesta, acepto Dulce, soy tuya de ahora en adelante
—Pense que eras mía desde el colegio
—¡Cierto! ¡Cierto! Mejor vámonos, todavia me da vueltas el piso
Sin saber quién las trajo al hotel se fueron a la casa, sin saber quién habia llamado su chofer personal, estaba esperándolas para llevarlas, fue raro, pero no le tomo importancia, este es el segundo día de su nueva vida, ni una lagrima más por ti “señor Nobis”