—Sinceramente, no sé qué hacer, Natalia —confesó Lila—. Porque no se trata de cualquier cosa, es que mis bebés son de Ethan. Él es el padre de los trillizos.

Los ojos de Natalia se abrieron desorbitados, llenos de sorpresa, sin poder creer lo que le estaba contando. No daba crédito, no se lo esperaba.

—¿Estás hablando en serio, Lila? ¿De verdad… nuestro jefe?

***
 Ethan se ve atrapado en un compromiso con una mujer que no ama, mientras Lila guarda la verdad de su embarazo, creando un momento de incómodidad ¿Podrán ambos encontrar el camino hacia una verdad compartida antes de que la presión de sus decisiones los separe para siempre?

Los Trillizos de mi Jefe

De repente, un suave golpe en la puerta interrumpió sus pensamientos. La puerta se abrió y Dylan entró, su figura imponente llenando el umbral, con una sonrisa cálida en el rostro que denotaba orgullo y un toque de nostalgia.
Había sido un camino largo para ambos, lleno de altibajos, pero el amor d...

88