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Capítulo 148 Ella nunca me amó en primer lugar

La oscuridad me rodeaba. Sentía que iba a morir.

El dolor era mi único compañero en este vacío—un dolor agudo e implacable que parecía irradiar desde cada célula de mi cuerpo.

Pero entonces, a través de la neblina de agonía, escuché una voz. Su voz.

—¿Cómo estás aquí?— susurró, el sonido apenas p...